En busca del tesoro
No mires demasiado fijamente, no te recrees en un recodo de carne determinado. Mide tus pasos por el despeñadero de piel, no vaya a ser que sospechen tus sentidos que estás prestando más atención de la necesaria. No dejes que las dudas salgan a la luz y se cuelen por algún poro del corazón. Una vez liberadas, la caza de brujas no tendrá un buen final. Camina por la arena con paso firme, clavando tacón y espera a que tus huellas las reconozca alguien. Y que camine en la misma dirección.
Alucinante, me encanta, como te decía ayer me pirra el gorrito del disfraz, aunque ese pelo es quizá mejor, resuelto genial. Poco a poco vas juntando trabajazos superchulos, ver tu blog me pica para darme más caña.
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