En busca del tesoro

   No mires demasiado fijamente, no te recrees en un recodo de carne determinado. Mide tus pasos por el despeñadero de piel, no vaya a ser que sospechen tus sentidos que estás prestando más atención de la necesaria. No dejes que las dudas salgan a la luz y se cuelen por algún poro del corazón. Una vez liberadas, la caza de brujas no tendrá un buen final. Camina por la arena con paso firme, clavando tacón y espera a que tus huellas las reconozca alguien. Y que camine en la misma dirección.







Comentarios

  1. Que bueno, me encanta. Has escogido genial los colores, en ciertos aspectos es de lo mejor que has hecho, se ve muy bien resuelto. Mola. El texto genial, como siempre. Síguele dando, mola entrar de vez en cuando en tu blog y ver cosillas nuevas :D

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

El Maquinista ciego