El ancla

    Una falla hundió el suelo infinitamente y el ancla nunca más encontró reposo. El mundo líquido hace reflotar los cadáveres de las grandes determinaciones para escupirlos  a la superficie como papeles de caramelos. El ancla se arrastra sin fundamentos y sin herir densidades, esperando a que un choque con la materia la redima de ser un lastre. 

inspirado en Miguelanxo Prado

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

En busca del tesoro