Nueva York

Nueva York es un agujero invertido. Nunca pensé que pudiesen existir este tipo de agujeros hasta que llegué a Nueva York. En mi cabeza, los agujeros eran huecos, vacíos rodeados de un todo. Nueva York es un todo rodeado de un vacío. Todas las cosas te recuerdan que no hay nada. La condensación de materia es tan grande que se hace más evidente su inutilidad, como un enorme trastero sucio. Todo te estorba, todas las cosas que en su día disfrutaste se vuelven obstáculos que te impiden encontrar lo que buscas. Caminas entre escombros de edificios y de personas. No caminas, apartas, desalojas, como un superviviente del fin del mundo. Otras ciudades exhiben sus monumentos, Nueva York su caos y cochambre. La basura es realmente un arte que disemina las calles de vida y color. De hecho, cuando nieva y todo se queda cubierto de un blanco pringoso, la ciudad deja de ser ciudad para convertirse en una aldea avergonzada. Si yo hubiese llegado de niña a Nueva York me hubiese d...